En un emocionante acto cívico-militar, la bandera nacional de México fue izada por primera vez en la cima de la Isla de La Roqueta, marcando un hito de pertenencia y paz para la comunidad. La gestión, que llevó siete años de esfuerzo por parte de la Asociación Prodefensa y Conservación de la Isla de La Roqueta, culminó con un homenaje a las 8 de la mañana. La ceremonia contó con la presencia de la Décima Segunda Región Naval de Acapulco de la Secretaría de Marina, junto con la Novena Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional.

La bandera, de 7 metros de largo por 5 metros de ancho, ondea con orgullo en un asta de 15 metros de altura, ubicada en la explanada del faro de la isla. La importancia de este acto fue enfatizada por la presencia de la presidenta de la asociación, Robyn Sydney Gordon, Alejandro Martínez Sydney y el oceanólogo Efrén García Villalvazo, así como por los miembros del Pentatlón Acapulco.

Durante su discurso, Martínez Sydney agradeció a la gobernadora del Estado, Evelyn Salgado Pineda, por su intervención ante la Región Naval para la autorización y colocación del asta y la bandera. Esta gestión había estado en curso durante siete años, y ahora, finalmente, la bandera ondea como un símbolo de paz y un llamado a la unidad. "Queremos que esta bandera represente seguridad, que signifique la preservación del orden y envíe un mensaje contundente a los ciudadanos", afirmó.



Esta histórica bandera no solo simboliza paz, sino que también tiene un impacto en la conservación de la isla y la protección de su biodiversidad. El coordinador técnico de la isla, García Villalvazo, destacó que la bandera atraerá la atención de los habitantes locales y visitantes, lo que beneficiará la preservación y cuidado del ecosistema. Además, resaltó que la Isla de La Roqueta esconde un tesoro arqueológico poco explorado, con vestigios de civilizaciones toltecas, olmecas y tepoxtecos.

Este acto simbólico trasciende las fronteras físicas de la isla, sirviendo como un llamado a la paz y a la conservación del patrimonio natural y cultural que atesora México.