Como tributo a una de las zonas más emblemáticas del puerto de Acapulco, surge el 15 de abril de 2010 La Barra 520 en pleno corazón de la ciudad, para llevar hasta ella los sabores tradicionales de la gastronomía guerrerense pero con un toque especial y único aportado por un horno de leña.
Dicen que el alma de Barra Vieja nace del fuego lento en las brasas que celebran un buen huachinango a la talla, bañado en una salsa mágica de la cual, acaso, sabemos que contiene chile guajillo - nadie nos dice más - picante ancestral.